martes, 7 de mayo de 2013

sus palabras sonaban como un eco en su mente, pero era un eco no una repetición, pensaba y se quedaba cada frase por segundos incontables hasta que el simplemente desidia que no quería mas escuchar mas e imaginaba una nueva frase, así fue durante todo el día pero en el momento que colapso y produjo el accidente el creyó escuchar algo pero su mente no recordaba nada de las advertencias que su cerebro le envió durante toda su vida... y el juez solo decidió que un un lugar solitario podría poner en orden sus ideas, sin saber que lo había condenado a la muerte cerebral....

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