el ruido del motor anuncio que era hora de partir,
las lagrimas brotaban de los ojos que lo acompañaban,
pero el permaneció inmutable y solo esbozo
una sonrisa casi irónica,
monto en el bus y miro por la ventanilla,
dijo adiós con su mano y cerro los ojos,
se sentía extraño pero era libre,
por fin salia de ese maldito pueblo
que lo había condenado a ser un desconocido
ya puedo comentar........
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